Rebeldía, realidad, conocimiento, utopía.
Uno de los periodos mas interesantes en la historia de la península ibérica es prácticamente desconocido para la mayoría de la gente, estamos hablando de la Rebelión/Revolución Cantonal durante la Primera República.
Existe una premisa que dice “aquello que no se conoce, no existe“, una circunstancia que no es baladí, se pretende ocultar el intento de construir una sociedad basada en la toma de decisiones “de abajo a arriba” en 1873.
La Revolución Cantonal en la península ibérica fue un referente histórico de un arquetipo de autoadministración democrática basada en lo que hoy podríamos definir «Desarrollo Local Autogestionado» a partir de un modelo donde las acciones de desarrollo estaban encaminadas a conseguir el bienestar real de las poblaciones, y los sujetos del desarrollo fueron las propias personas, ya que eran las encargadas de diseñar, planificar y ejecutar dichas acciones; sin depender de una estructura jerárquica y coercitiva, y sin poner como protagonista al capital, sino al bien común, a las personas, partiendo de un proceso de confederación. Actualmente aquellas propuestas continúan siendo validas pero somos conscientes que dicha construcción precisa para su asentamiento definitivo de sociedades a partir de naciones democráticas, de igual forma, libremente confederadas donde no tiene cabida el Estado.
Entre los objetivos de «Revolución Cantonal» esta dar a conocer aquella historia que se pretende ocultar, informando de quienes fueron aquellas personas que las llevaron a cabo, cuales fueron sus referentes políticos, históricos, sociales, culturales.
Cuantas personas conocen o han oído hablar, por ejemplo, del Fuero de Madrid redactado por la Asamblea General de Vecinos reunida en la plaza de la Villa en 1212, y si te dicen que el termino «gentes» proviene de «gens» tribus, que piensas, y al respecto sabias que la organización socio-política indígena prerromana originariamente en la península ibérica estaba compuesta por varias familias que constituirían un clan y varios clanes una tribu y que la unidad básica de las mismas eran las “gentilitates” (acaso no resuena a la palabra gentileza), que se basaban en la propiedad colectiva de la tierra o territorio en que se asentaban.

Nos han ocultado todo aquello que pone en riesgo su sistema, por ello, silencian la informacion historica de la autoorganizacion y autoadministracion popular desde tiempos inmemoriales, del régimen de propiedad comunal en la península y/o en las comunidades aborígenes canarias de origen Amazigh organizadas territorialmente en cantones en algunas de sus islas desde, al menos, el siglo V a.C hasta su colonización y con una estructura social también comunal.
Hablar de revolución cantonal hoy también es informar y continuar apoyando activa y solidariamente las Juntas de Buen Gobierno en Chiapas, los Pu Lof del pueblo Mapuche, el mukhtanchal de Bhangor en el estado de Bengala y la provincia de Kerala, en la india, los territorios de Zomia, Abahlali baseMjondolo en Sudafrica, saber con respecto a la revolución social en la Confederación Democrática del Norte de Siria, conformada territorialmente por cantones… y todas las comunidades autosuficientes intencionales, ecoaldeas, espacios autogestionados, coopèrativas integrales… que construyen en el día a día un mundo donde caben muchos mundos.
No podemos, ni debemos dejar de lado el trabajo diario por un “mundo donde quepan muchos mundos” buscando el saber con respecto a los orígenes y el desarrollo de los postulados que han tenido que resistir el intento de hacernos perder los referentes que nos permitieron durante miles de años subsistir a través de comportamientos gregarios basados en el apoyo mutuo, la solidaridad y la resiliencia colectiva frente a las doctrinas e idearios que lograron imponerse. Pero la resistencia frente a estas ideas a perdurado en el tiempo y hemos de ser conscientes de que no esta únicamente en juego nuestra continuidad como especie sino la de la biodiversidad del planeta .
La realidad nos dice que los cambios medioambientales no se plantean ya a cientos de años vista, la destrucción avanza y las consecuencias acortan sus tiempos, lo que ayer eran cientos de años ahora son decenios. Ante esta situación hemos de construir la solidaridad desde el respeto y el apoyo mutuo entre las personas y organizaciones que desde diferentes posiciones no estatistas comprendan que no es necesaria una concordancia absoluta a nivel de ideas o pensamientos para poder llevar a cabo procesos de reciprocidad, siendo en ocasiones necesario contar también con organizaciones aun estatistas pero que son conscientes de la necesidad de la colaboración y el apoyo estando dispuestas a participar en la construcción de redes alternativas a la modernidad capitalista, ahora, en el presente.
Desde estas paginas no se espera a la revolución del mañana, pero se respeta a quien así lo considere. Se desea avanzar y crear a partir de; paradigmas planteados originariamente en las cosmovisiónes ancestrales de la vida de los pueblos originarios, desde los aportes de la izquierda, la filosofía, la ciencia, la historia…, desde el aprendizaje en el día a día para construir juntos, en común, una vida en plenitud, persistiendo en la recuperación de los valores mas significativos para toda la humanidad; la igualdad, la justicia, la complementariedad, el apoyo mutuo, la reciprocidad, el respeto a la naturaleza, la empatia, la solidaridad, la convicción de que es posible construir estructuras de autoadministracion que abandonen las ideas de poder y se configuren a partir de las dinámicas de “abajo hacia arriba” en la toma de decisiones.