Notre Dame y El Gran Debate Nacional

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Antes de arder la catedral de Notre Dame de París, la gran cuestión en Francia era el discurso que iba a pronunciar el lunes día 15 de Abril a la nación el presidente francés, Emmanuel Macron.

El pasado 16 de Marzo, apenas hace un mes, el periódico El País titulaba:»Macron afronta el desafío de convertir su gran debate nacional en medidas concretas».

La pregunta que quizás nos deberíamos plantear  podría ser a que hará referencia eso de «el gran debate nacional». La respuesta aparece en el mencionado articulo; «tras verse acorralado por una revuelta inesperada y nutrida por un odio visceral hacia su persona. El gran debate nacional —la idea de darle la vuelta a la situación abriendo el micrófono a los franceses de a pie— ha sido una especie de campaña electoral sin elecciones que le ha permitido retomar pie….El gran debate es algo más que una estrategia de comunicación o una táctica para desactivar un movimiento social. Macron ha participado en once sesiones de las más de 10.000 que se han desarrollado por todo Francia. Han asistido a ellas 400.000 y 500.000 personas, según el diario Les Échos. Un millón y medio han registrado sus contribuciones en Internet. Como ejercicio de democracia de base —los ciudadanos expresándose y el poder escuchando—, es una novedad.

En enero el periódico El País titulaba en referencia a los chalecos amarillos: «Francia, un país en terapia» donde se decía: «Desde mediados de enero, y por iniciativa del presidente francés, decenas de reuniones se celebran cada día por todo el país. Los debates durarán hasta mediados de marzo. Nadie sabe cómo acabará el experimento. De momento, parece una oportunidad para que los franceses expresen sus dudas, sus demandas, sus esperanzas y sus frustraciones. Una terapia colectiva para la Francia del malestar».

Bien pues el lunes día 15 el presidente francés Macron iba a realizar una alocución donde no se sabia claramente si incluirá «iniciativas sobre la mejora de la democracia, como un recurso más fácil a los referendos, sobre el reforzamiento de los servicios públicos en las zonas rurales, sobre los privilegios de presidentes y ex primeros ministros, o sobre los altos funcionarios, que simbolizan para algunos la arrogancia de las élites y su desconexión con los franceses de a pie«.

Gérard Grunberg, responsable del Think Tank francés Telos había manifestado a mediados de marzo que «El problema será cómo transformar todas estas contribuciones —y toda esta energía— en leyes y reformas. En las próximas semanas, debe procesarse la información para que Macron pueda presentar la síntesis a mediados de abril. La idea del Elíseo no es presentar una lista cerrada de medidas que dé el ejercicio por terminado. El argumento es que la revuelta de los chalecos amarillos no es una crisis en el sentido estricto, que pueda resolverse con unas políticas determinadas, como el jarabe que curaría el resfriado. El estallido sería más bien la expresión de un malestar más profundo, que se arrastra desde hace décadas, y que requerirá otra manera de gobernar y reformar.

Habría que tener en cuenta que según publicaba también El País; «Si la crisis de los chalecos amarillos en Francia fuese una obra de teatro, estaría a punto de comenzar el tercer acto, el del desenlace. El primero fue el estallido, en noviembre, de la revuelta de las clases medias empobrecidas. El segundo, la organización de un gran debate en el que, por todo el país, decenas de miles de franceses expresaron sus quejas en una especie de terapia nacional. El gran debate nacional terminó oficialmente este viernes (15 de Marzo). Ahora se abre una etapa llena de incógnitas, en la que el presidente Emmanuel Macron deberá transformar la discusión en políticas tangibles«.

Y la gran duda es si estas medidas iban a ser planteadas en el discurso a pronunciar el pasado lunes día 15 de Abril. Sin embargo si podemos hablar ya de lo que al día siguiente del incendio de la catedral de Notre Dame, Macron ha manifestado a la nación francesa: «“Después de este periodo de dificultad, habrá uno de reflexión y de acción, no dejaremos que las cosas se nos escapen de las manos, seguiremos adelante, la catedral será más bonita que antes”, en referencia a la catedral y en un tono solemne, también ha afirmado que «en los próximos días hará esos anuncios» asegurando que el pueblo francés ha sido capaz de levantar grandes obras y reconstruirlas. El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca, que siempre habrá dificultades que superar, que aquello que creemos indestructible puede ser dañado. Todo lo que supone la Francia, material, espiritual y viva, es frágil. No debemos olvidarlo. Agregó que les corresponde a los franceses “garantizar la continuidad de la nación”.

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Donaciones multimillonarias

Tras el incendio de Notre Dame comienzan a hacerse publicas donaciones multimillonarias para la reconstrucción de la catedral. A las cinco de la tarde del martes 16 de Abril las donaciones para la reconstrucción de Notre Dame alcanzaban ya los 700 millones de euros según recuento realizado por la agencia France Presse. La familia Arnault, dueña del grupo de lujo LVMH ha anunciado que donará 200 millones de euros. Misma cantidad que donará la familia Bettencourt, que ha anunciado dos donaciones de 100 millones de euros, una a través de L’Oréal y la otra a través de su fundación. Por su parte, la familia industrial Pinault, propietaria del Grupo Kering, ha anunciado que entregará 100 millones de euros a través de su compañía de inversión Artemis. El grupo Total, que se presenta como el «primer patrocinador de la Fundación Heritage», hará igualmente una «donación especial» de 100 millones de euros. En el extranjero, la primera donación a gran escala ha sido anunciada por Henry Kravis, cofundador del fondo de inversión estadounidense KKR, y su esposa, Marie-Josée Kravis, que han anunciado que contribuirán con 10 Millones de dólares (8,85 millones de euros).

El CEO de Apple, Tim Cook, también ha anunciado que la compañía hará una donación para la recostrucción, aunque no ha especificado la cuantía. Se suma así también ha otras empresas como Fimalax, Vinci, JCDECAUX, Societe Generale o el conglomerado Bouygues.

Aple

La gran pregunta es «Y ahora que», en que quedara «El Gran Debate Nacional», y cual va a ser el camino que llevaran adelante «los chalecos amarillos».

Relacionado con el articulo:

“La revolución de los chalecos amarillos es mucho más importante que Mayo del 68”

«¿Existe alguna relación entre los chalecos amarillos, Mayo del 68 y la Revolución Francesa?

Esta revolución es mucho más digna y mucho más importante que la de mayo del 68, cuyo valor principal fue la movilización obrera, la huelga general, que fue algo increíble. Pero esta vez los sindicatos han cometido traición. No han querido participar y la gente se ha encontrado sola para defender sus derechos. Cuando entraron con la elevadora en el Ministerio del Portavoz (el de Relaciones con el Parlamento, donde tiene su despacho Benjamin Grivaux) no tuvo el mismo impacto, desde luego, pero fue una mini Bastilla. Entraron en un lugar de poder, un poco sin saber por qué, ni cómo, y luego se fueron tranquilamente. Su objetivo no era dar un golpe ni ocupar el lugar. Su gesto recordaba que Grivaux era ahí un inquilino y que esos palacios de la República se habían construido con el dinero del pueblo para ser defendido, no denigrado.»
https://ctxt.es/es/20190220/Politica/24551/chalecos-amarillos-macron-francia-juan-branco-gaspar.htm
¿Hacia un impasse estratégico entre Macron y los Chalecos Amarillos?

El cierre de “El gran debate” reabre una serie de contradicciones, no solo tácticas sino estructurales, para Macron.

Por su parte, los Chalecos Amarillos han logrado estructurarse en el tiempo y conservar apoyo social, pero sin lograr concretar su principal demanda que es la renuncia de Macron. Es un doble impasse estratégico, que difícilmente pueda mantenerse en el tiempo.

El desarrollo de “El gran debate nacional” [una maniobra de consultas ciudadanas impulsada por el gobierno de Macron], había permitido al ejecutivo francés retomar el control de su acción y comunicación gubernamental luego del catastrófico mes de diciembre, cuando el poder fue sorprendido por la acción espontanea de los Chalecos Amarillos. Ahora, con “El gran debate” ya terminado, se reabre una serie de contradicciones no solo tácticas sino estructurales del macronismo, que ponen en duda su capacidad para mantener el orden frente a nuevas erupciones de la protesta social, así como la facilidad con que podrá retomar la ofensiva, sin grandes riesgos, frente al carcomido régimen de la V República.

¿Hacia un impasse estratégico entre Macron y los Chalecos Amarillos?

La revolución de los “chalecos amarillos” revela la fractura social de Francia

La característica principal del sistema político francés centrado en el hipercentralismo del Estado situado en París, es la debilidad de las instituciones mediadoras entre la sociedad civil y el Estado sindicatos y partidos políticos, que han desaparecido practicamente ante la insurrección de las últimas cuatro semanas. Es la historia francesa en estado puro: sociedad civil y Estado frente a frente en una situación de ruptura completa de tipo insurreccional.

Todas las contradicciones se han exacerbado en Francia en los últimos 5 años, al desatarse en el mundo una nueva revolución industrial, en que el mecanismo de acumulación se funda en el conocimiento, y ya no más en el capital o el trabajo.

http://revista.lamardeonuba.es/la-revolucion-de-los-chalecos-amarillos-revela-la-fractura-social-de-francia/

 

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